Hoy quiero dedicar este poema a todas las personas con alzhéimer, pero en especial a la madre y tía de dos amigas a las que quiero mucho.
Hoy he abrazado la cara del olvido.
Te he estrechado contra mi pecho
vacío de recuerdos y sensaciones,
tu risa, tu mirada perdida,
llenan mi corazón de tristeza y amargura.
Esa risa tuya tan inocente, me alegra
pero es una alegría ficticia y de mentira,
llenando de pena mi corazón.
Te hablo, te cuento, te acaricio,
sin obtener respuesta,
tan solo, la misma sonrisa,
y mirada ausente.
Cruel enfermedad,
que fulmina en un suspiro,
todo rastro de una vida.
Hoy he visto la cara cruel del olvido.
Te he abrazado, te he acariciado, te he llenado
la cara de besos y aunque no ya no recuerdes
que eres mi madre.
Yo si recuerdo que soy tu hija.
Hoy quiero dedicar este poema a todas las personas con alzhéimer, pero en especial a la madre y tía de dos amigas a las que quiero mucho.
Hoy he abrazado la cara del olvido.
Te he estrechado contra mi pecho
vacío de recuerdos y sensaciones,
tu risa, tu mirada perdida,
llenan mi corazón de tristeza y amargura.
Esa risa tuya tan inocente, me alegra
pero es una alegría ficticia y de mentira,
llenando de pena mi corazón.
Te hablo, te cuento, te acaricio,
sin obtener respuesta,
tan solo, la misma sonrisa,
y mirada ausente.
Cruel enfermedad,
que fulmina en un suspiro,
todo rastro de una vida.
Hoy he visto la cara cruel del olvido.
Te he abrazado, te he acariciado, te he llenado
la cara de besos y aunque no ya no recuerdes
que eres mi madre.
Yo si recuerdo que soy tu hija.