Respetar y el saber estar. Es mi lema para vivir de frente la vida. Amo a los animales por encima de muchos humanos. Casi siempre me dejo guiar por el corazón, aunque me lleve muchos disgustos, pero no me importa, prefiero ofrecer amor incondicional, que pasar por la vida sin ofrecer nada. Soy amiga de mis amigos y los defiendo con la mejor arma que tengo, la sinceridad y verdad. Aun no siendo rencorosa y perdonar con facilidad, aparto sin temblarme el pulso, a las personas toxicas y que traicionan mi amistad. Si no te gusta mi manera de pensar, si no eres defensora/ or de los animales; no me interesas ni como humano, ni como amigo. Te agradecería que me borraras de tus amigos y salieras de esta página.

sábado, 25 de noviembre de 2017

Hay salida



No hace falta llegar a que te levante la mano. Si te insulta, humilla, ofende, ridiculiza, se mofa, te hace callar cuando hablas, te cambia tu manera de vestir, te controla con llamadas insistentemente, te acosa con wasaps, te aparta de tus amigos, si te dice que no te pintes que estás más guapa al natural, si intenta manipularte con amenazas, si dice que sin ti no puede vivir… Sí al primer insulto, te apartas de esa pareja; estarás evitando que suceda todo lo siguiente. No, no es normal ni dentro ni fuera de la pareja, todo esto. Pide ayuda por favor. Hay personas maravillosas que están ahí para ti. De la violencia machista se sale, del cementerio no.
A.G. 


domingo, 12 de noviembre de 2017

Ni una más



Ni una más

Celos, impotencia, posesión, manipulación. Buen coctel para maltratar a otro ser humano. 44 Mujeres, han perdido la vida en lo que llevamos de año, a manos de sus parejas o exparejas y en algunos casos a sus propios hijos. Cada vez, son más jóvenes los maltratadores y sus víctimas. ¿Qué estamos haciendo para erradicar esta lacra? Nada. Giramos la cara y damos gracias al cielo por no ser una de ellas. Que algo falla en esta sociedad, está más que demostrado. Si no somos capaces de empatizar con nuestros semejantes es que algo falla con nosotros mismos. Que la cárcel para un maltratador no es la solución, está más que demostrado, puesto que  multiplica la ira y ganas de vengarse, y cuando salga, ira directamente a matar, porque mientras está en la cárcel está pensando como vengarse, en vez de intentar recuperarse. Sería más provechoso invertir en centros de control de la ira y reinserción. Desde que una mujer denuncie, automáticamente sea ingresado, hasta su total recuperación, solo así, se evitara que en el futuro sea demasiado tarde.
Lo que sí tenemos todos claro, es que no estamos haciendo las cosas bien y lo que se está haciendo, no funciona, puesto que mueren más mujeres. Ya es hora de cambiar desde los cimientos de las administraciones y ver al maltratador como un enfermo y desde la primera denuncia, intentar ayudarle  en vez, de crearle más odio hacía la víctima.
Ana Giner Clemente