Respetar y el saber estar. Es mi lema para vivir de frente la vida. Amo a los animales por encima de muchos humanos. Casi siempre me dejo guiar por el corazón, aunque me lleve muchos disgustos, pero no me importa, prefiero ofrecer amor incondicional, que pasar por la vida sin ofrecer nada. Soy amiga de mis amigos y los defiendo con la mejor arma que tengo, la sinceridad y verdad. Aun no siendo rencorosa y perdonar con facilidad, aparto sin temblarme el pulso, a las personas toxicas y que traicionan mi amistad. Si no te gusta mi manera de pensar, si no eres defensora/ or de los animales; no me interesas ni como humano, ni como amigo. Te agradecería que me borraras de tus amigos y salieras de esta página.

lunes, 7 de diciembre de 2009

Caminemos juntos















La huella que dejamos al andar sea para bien o
para mal. Esa huella que ahora borra a su paso sin apenas importarle lo que
está vivido y también lo que no. Se burla de nosotros el destino y juega como
si de niños se tratara. Y pienso, tal vez sea esta vida solo eso, un juego. Y
yo recuerdo, recuerdo porque puedo recordar. El amor que nos tuvimos, el cariño
y amor que nos procesamos, la lealtad con nosotros mismos que nos unía cada día
más. Las vivencias de nuestra vida. Y llega un día que uno de los dos ya no
está y en esta historia soy yo la que me he quedado sin ti. Intento ser fuerte,
revivir lo único que importa en realidad y me dejo llevar por el amor que sigo
sintiendo. Y que la muerte no ha podido arrancar de mi corazón, por mucho que
se empeñe. Recuerdos que se agolpan en mi mente y es lo único que me hace más
llevadera tu ausencia. Intento retenerlos como si con ellos siguieras a mi
lado, pero la realidad vuelve y tú no estás; y me niego a aceptar que tus manos
ya no me acariciaran más, tus ojos no me miraran, tus labios no me besaran, no
acariciaras nunca más mí cuerpo.




¿Acaso porque ya no estés he de dejar de
quererte?




¿Quién dijo que con la muerte es el final del
amor?




Y me dejo otra vez llevar por mis recuerdos y
sonrío




recordándonos junto al Mar.



¡Mi mar!



¡Mi amado mar!



Que tantas y tantas cosas vivimos junto a él.



Dejándonos acariciar nuestra piel desnuda por el
sol abrasador y




reconfortante a la vez.



Bañándonos con sus rayos nuestra piel morena
parecíamos dioses.




Contemplábamos el horizonte, esa fina línea que
une al cielo con el




mar, es un regalo para los ojos por su gran
fuerza y grandeza.




¡Mi mar! Nuestro mar.



Cuando lo miro me hace perder la noción del
tiempo. Seguimos andando abrazados sin soltarnos ni tan siquiera para respirar
por miedo a que algo nos arrebate vivir esos momentos tan intensos de
felicidad, el temor a que algo o alguien nos quite este inmenso amor que nos
transforma en uno sólo. La fresca brisa que nos envuelve y nos transporta a
otro mundo a otro espacio en el tiempo. Siempre pensamos envejecer juntos
¿recuerdas? Unidos como siempre ante viento y marea y frente a todas las
adversidades. Sé que algún día vendrás a tenderme la mano. Pero mientras tanto,
aquí estoy, yo sola, junto a mi mar, sin ti, recordando momentos vividos y lo
que podríamos haber vivido todavía. Pero te fuiste. Dejando mi corazón hecho
pedazos entre recuerdos, intentando descifrar la magnitud incomprensible de tu
muerte, que es imposible de aceptar, haciéndome la fuerte, para seguir viviendo.
Cuando en realidad lo que quiero y mi corazón desea es seguir estando contigo.







lunes, 30 de noviembre de 2009

Agradecimientos












No me encuentro bien de salud. Pero esto quien me conozca ya lo sabe de sobra. El otro día tenía fecha para el Reumatólogo especialista en fibromialgia  después de esperar casi 10 meses a que me dieran fecha. El cual confirmó el grado de fibromialgia y fatiga crónica era, del cien por cien. Está claro que de en vez de mejorar, esta enfermedad se ha ido agravando con los meses.





Yo intento hacer las cosas, aunque hay veces que me sean imposibles, pero en mí vocabulario no existe la palabra imposible mientras se este vivo/a. Así que me esfuerzo demasiado y de ahí el coste tan grande que pago por el esfuerzo. Mí único aliciente es escribir, transmitir mis sensaciones y sentimientos en forma de poemas o a través de la narrativa.





La presentación en Úbeda-Jaén, organizada integra por mí amiga Yolanda era y fue todo un cúmulo de sensaciones y experiencias que jamás podré agradecerle ni olvidar. Como tampoco el cariño que me ofreció toda su familia ni el de ella misma. Mujer sensible, cariñosa, grande persona y ofreciéndome todo cuanto tiene de corazón. Yo no conocía Úbeda, de hecho no conozco nada de Andalucía, pero poco a poco voy conociendo y mí impresión es de hospitalidad. Eso es lo que me ofrecen las personas que tengo la inmensa suerte de conocer. Como le dije en una de tantas conversaciones a Yolanda.  La amistad se siembra por ambas partes y la mía hacía ella perduraría  de por vida. No hablo por hablar ni estaba haciendo demagogia. Ella ya sabe que mí casa, mi cariño y todo cuanto necesite lo tiene de mí en el momento que ella guste.





Como no, agradecerle a Mª Carmen Ruiz Ara, profesora y escritora, la presentación que hizo del libro y de mí persona.





No podía dejar de ir a la presentación de mí libro. Yo y ellas sabemos lo que me ha costado hacer un viaje estando fastidiada como estoy, pero después de todo lo organizado, me era imposible negarme.





A las dos. Gracias de corazón.