Respetar y el saber estar. Es mi lema para vivir de frente la vida. Amo a los animales por encima de muchos humanos. Casi siempre me dejo guiar por el corazón, aunque me lleve muchos disgustos, pero no me importa, prefiero ofrecer amor incondicional, que pasar por la vida sin ofrecer nada. Soy amiga de mis amigos y los defiendo con la mejor arma que tengo, la sinceridad y verdad. Aun no siendo rencorosa y perdonar con facilidad, aparto sin temblarme el pulso, a las personas toxicas y que traicionan mi amistad. Si no te gusta mi manera de pensar, si no eres defensora/ or de los animales; no me interesas ni como humano, ni como amigo. Te agradecería que me borraras de tus amigos y salieras de esta página.

lunes, 29 de noviembre de 2010

Esperaré















Esperara
mi piel firme y morena


tus
caricias.


Mi sed
de tu boca persiste.


Mis ojos
ciegos por tu ausencia


no
descansaran, no verán la luz


hasta
que por cansancio entre tus brazos


quede
dormida.





¿Será
verdad que allí


donde
nuestras almas se despojen


de lazos
terrenales,


donde
nuestros seres se conviertan





en pura
esencia,


donde el
tiempo no sea,


donde
las gentes no sean gentes


podamos
ser felices?


¿Será
verdad mi vida?,


¿Será?

jueves, 25 de noviembre de 2010

Sin escrúpulos









Este
poema que hoy honra mi bloc, está dedicado a todas las mujeres que mueren a
manos de los sin conciencia, sin sentimientos, vacíos y sin escrúpulos. Al menor
indicio déjalo. 


Cita de Ana Giner.


"Hay
hombres que suspiran por ti, hay hombres que morirían por ti, hay hombres que jamás
te arrebatarían la vida, sino que la darían por ti tú,te
mereces ese hombre"





 Sin escrúpulos.









Sin
conciencia me matas,


olvidándote
de toda,


racionalización
y cordura. 





Tendrás
en tú conciencia


con
todos los amaneceres


de tu
existencia, el amargo


remordimiento
de tú macabro


crimen.





Entre
rejas tendrás tiempo de


pensar y
Dios quiera, de tú


arrepentimiento.





Porque
me has arrebatado


sin
ningún escrúpulo la vida,


con
premeditación y alevosía.







Poema
del libro  “Mirada de mujer”


Ana
Giner