Respetar y el saber estar. Es mi lema para vivir de frente la vida. Amo a los animales por encima de muchos humanos. Casi siempre me dejo guiar por el corazón, aunque me lleve muchos disgustos, pero no me importa, prefiero ofrecer amor incondicional, que pasar por la vida sin ofrecer nada. Soy amiga de mis amigos y los defiendo con la mejor arma que tengo, la sinceridad y verdad. Aun no siendo rencorosa y perdonar con facilidad, aparto sin temblarme el pulso, a las personas toxicas y que traicionan mi amistad. Si no te gusta mi manera de pensar, si no eres defensora/ or de los animales; no me interesas ni como humano, ni como amigo. Te agradecería que me borraras de tus amigos y salieras de esta página.

sábado, 16 de abril de 2011

Sin palabras

















Fuego que arde al unísono de la
misma llama,




bocas que intercambian ansiados besos,




mientras las lenguas se
entrelazan,




danzando, frenéticas en lujurioso
juego.









Manos que bajo sabanas,




buscan erizar tu piel,




sin pronunciar más palabras.









Gemidos y suspiros en la noche
callada,




dos cuerpos entregados en
abrazos,




carnes que se abren en lujurioso
festín,




buscando el éxtasis final
compartido.









Empapados de sudor,




yacerán abrazados juntos, muy
juntos,




después de haberse amado,




en esta noche callada.









Ana Giner.









©







viernes, 1 de abril de 2011

Para ti











Hoy quiero dedicar este poema a todas las personas con alzhéimer, pero en especial a la madre y tía de dos amigas a las que quiero mucho. 









Hoy he abrazado la cara del olvido.





Te he estrechado contra mi pecho


vacío de recuerdos y sensaciones,


tu risa, tu mirada perdida,


llenan mi corazón de tristeza y amargura.





Esa risa tuya tan inocente, me alegra


pero es una alegría ficticia y de mentira,


llenando de pena mi corazón.





Te hablo, te cuento, te acaricio,


sin obtener respuesta,


tan solo, la misma sonrisa,


y mirada ausente.





Cruel enfermedad,


que fulmina en un suspiro,


todo rastro de una vida.





Hoy he visto la cara cruel del olvido.





Te he abrazado, te he acariciado, te he llenado


la cara de besos  y aunque no ya no recuerdes


que eres mi madre.


Yo si recuerdo que soy tu hija.