Tu corazón cansado
de abrazar la vida,
tu cuerpo agotado
por los años vividos,
y tus palabras
preñadas de un verdadero amor.
La vista fijada en
el horizonte,
tu mente perdida
entre recuerdos,
promesas que nunca
cumpliste,
por falta de
ganas, de tiempo o de hastío.
La vida te puso
zancadillas a diestro y siniestro
Sorteándolas como
pudiste,
amores que
vinieron y se fueron obligándote
a ser quien eres.
los surcos de tu
piel madura,
arrugada y
cuarteada, revelan el pasado,
y ahora más que
nunca quisieras retener el tiempo,
añorando esos años
no vividos.
Se te fueron
apagando sutilmente las ilusiones,
las alegrías y las
esperanzas, de vivir ahora,
este apasionado amor,
que tan solo ella te ve, como
realmente eres.
Y la vida te
vuelve a jugar una mala pasada
arrebatándote los
años del calendario,
sin darte tiempo a disfrutar
de este amor,
esperado y deseado, que te hace sentir
por dentro y
a pesar de tus años, más vivo que
nunca.
Poema inédito , Ana Giner