Respetar y el saber estar. Es mi lema para vivir de frente la vida. Amo a los animales por encima de muchos humanos. Casi siempre me dejo guiar por el corazón, aunque me lleve muchos disgustos, pero no me importa, prefiero ofrecer amor incondicional, que pasar por la vida sin ofrecer nada. Soy amiga de mis amigos y los defiendo con la mejor arma que tengo, la sinceridad y verdad. Aun no siendo rencorosa y perdonar con facilidad, aparto sin temblarme el pulso, a las personas toxicas y que traicionan mi amistad. Si no te gusta mi manera de pensar, si no eres defensora/ or de los animales; no me interesas ni como humano, ni como amigo. Te agradecería que me borraras de tus amigos y salieras de esta página.

lunes, 25 de julio de 2022

Demasiado radical

 

No hay más que empezar a prohibir cosas imposibles, para crear mal estar, divisiones y crispar a las personas. Me da que pensar que, con la crispación, se pretende alejar a la población de los problemas reales que tenemos encima. No voy a dar mi opinión de lo que opino del monóxido de carbono que desprenden los aviones, ni lo que contaminan los cruceros. No, esto será para otra historia. Me voy a centrar en la prohibición de fumar en playas.

La playa.

La playa es de todos y libre. Las prohibiciones no son, de ninguna manera, la mejor solución, ni manera de educar a las personas, puesto que en ninguna generación ha dado sus frutos, todas prohibiciones han sido un fracaso a corto o largo plazo.

No sería mucho mejor, que se concienciara a los fumadores que las colillas se recogieran, bien con ceniceros portátiles u otro menester y luego se tiran a la basura; si realmente es este problema para el medio ambiente, es más, voy mucho más allá; que las tabacaleras hicieran boquillas biodegradables, que ya estaría bien que ellos hicieran algo, pienso que sería la mejor solución. Pero, ¿prohibir?, ya tenemos todas las prohibiciones que son de máxima prioridad y que todos sabemos y las acatamos sin rechistar. ¿Pero, no fumar en la playa?, un lugar donde corre el aire, ¡por favor! ¿Luego que será? ¿Qué dejemos de respirar, porque a alguien le molesta nuestra respiración?, ¿nos van a prohibir que respiremos? No me parece que las prohibiciones, sean una solución a medio ni largo plazo, como ya he dicho. Lamento mucho a donde hemos llegado con el paso del tiempo, un tiempo que cada cual debe vivir en paz, sin molestar a nadie, con educación con el planeta y las personas, pero en paz y lo más importante, sin prohibiciones y en libertad.

Ana G.


viernes, 25 de febrero de 2022

NO A LA GUERRA, NO WAR


 

Me duele el corazón, de ver a niños llorando y personas mayores salir de sus casas con lo puesto, sin saber muy bien a donde ir y en plena noche, por los bombardeos. En definitiva, minar la tranquilidad y la Paz de personas inocentes. El ansia de poder corroe el alma de los seres humanos, hacer la guerra a un país, en el siglo 21 es de no saber la magnitud, perdón, sí, sí lo sabe y es mucho peor. Está a tiempo de retroceder. Hágalo por favor y sino, que Dios le perdone, el resto del mundo, no puede.

martes, 18 de enero de 2022

Espérame

 

El día 14 de enero, te fuiste, Amparo, mi niña guapa.

Nos has dejado a todas tus amigas, y familia, desoladas, no nos lo creemos, es tan increíble que ya no te vamos a volver a ver, que se hace añitos el corazón y desgarrada las entrañas. No sé cómo vamos a gestionar este trago que la vida nos ha deparado.

Lo que sí sé, donde estás, te llevaran entre algodones y también sé, que, con tus bromas, esas que tú sabes, vas a volver locos a los propios Ángeles. Esa casa estilo barraca Valencia, tendrá que esperar, la compraremos, pero será en otra vida, seguro. Eres la luz que guiará nuestro camino, hasta el fin de nuestros días.

Gracias, ángel mío, por formar parte de mi vida y dejarme que yo formara parte de la tuya.

Te quiero y te querré siempre.

Vuela cariño mío, vuela alto y libre.

Ana G.C

martes, 21 de diciembre de 2021

Feliz Navidad

 

Si de verdad nos queremos, tenemos que respetarnos.

Mis queridos amigas/os. Llevamos dos años muy complicados y todavía nos queda por delante un largo camino; camino de sensatez, empatía, respeto y, sobre todo, mucha paciencia. Paciencia, que, aunque por momentos la perdamos, hay que seguir teniendo, para poder conseguir o aproximarnos a lo que antes conocíamos, como normalidad en nuestras vidas.

No voy a olvidar a todas y cada una de las personas que nos han dejado, anónimas y no anónimas que ha fallecido por culpa de está devastadora pandemia. No, no son felices fiestas para nadie, pero los más peques, no tienen porque sufrir, son la alegría de todas las familias y aunque sea por ellos, hay que tragar nuestra pena y seguir adelante, por y para ellos. No, no me nace, felicitar estas fiestas, pero lo hago.

FELIZ NAVIDAD, LLENO DE PAZ Y MUCHO AMOR.

 

A.G.C.