Respetar y el saber estar. Es mi lema para vivir de frente la vida. Amo a los animales por encima de muchos humanos. Casi siempre me dejo guiar por el corazón, aunque me lleve muchos disgustos, pero no me importa, prefiero ofrecer amor incondicional, que pasar por la vida sin ofrecer nada. Soy amiga de mis amigos y los defiendo con la mejor arma que tengo, la sinceridad y verdad. Aun no siendo rencorosa y perdonar con facilidad, aparto sin temblarme el pulso, a las personas toxicas y que traicionan mi amistad. Si no te gusta mi manera de pensar, si no eres defensora/ or de los animales; no me interesas ni como humano, ni como amigo. Te agradecería que me borraras de tus amigos y salieras de esta página.

domingo, 30 de junio de 2013

Al viento








Es
mejor darle besos al aire que


seguro que el viento comprende.                     


No
quiso entender que he sido de un todo


y qué
nunca he sido de nadie.


Tal
vez ya lo sepa, tal vez ya lo sabe,


pero
jamás podría sentirme encadena a nadie.


No
quiso aceptar que amara a la vida


por
encima de él.


Amar
es un sentimiento tan grande


que
hasta temo ofender al amor.


Un
día mirándole a los ojos


le
confesé que no podía ser,


qué
mi libertad estaba por encima de todo.


Él
me miró y sonriendo, sonriendo,


pero
no me creyó.


Nunca
aceptó que mí libertad fuera tan importante


y qué
nunca la hipotecaría por alguien.


Cuanto
más lo reflexiono, más convencida estoy,


es
mucho mejor darle besos al aire.







A.G.


jueves, 27 de junio de 2013

Articulo por Ana Giner










Segunda parte.







Aquel hombre seguía con sus
trece. Ahora ya no era mal trato, ahora era mucho peor, era maltrato por
venganza. Venganza por no seguir a su lado, por haberle dicho “basta” en todas
sus narices. Venganza por no seguir sometida al sí cariño, lo que tú digas. Sí.
Venganza de comprobar que a nadie se le puede someter, con chantajes, con
mentiras, con falsas perspectivas y mucho menos a todos estos calificativos
llamarlos amor.


No digo que él no lo tenga
por amor. Qué por supuesto es falso y erróneo. Digo que él se cree que haciendo
todo esto, se llama amar. Lamentablemente la gente que entienda un poco de
psicología comprende que este hombre es un maltratador y no está en sus
cabales. El chantaje emocional es una de las patologías más dañinas que se da dentro
del maltrato.


Intentan apartarte de todos
cuantos te rodean, haciendo alusión a que nadie te quiere y te comprende mejor
que él. Todo el mundo solo se te acerca para reírse o burlarse, o sacar algo a
cambio. Son celosos hasta los extremos, capaces de inventar situaciones jamás
ocurridas con tal de tener sometida a la persona. Aunque en verdad son listos e
inteligentes, ya que encuentran el punto débil, y con él juegan a su antojo.


Pero siempre hay un punto y
final, donde la maltratada reacciona apartándole de tu vida a la mayor brevedad.


Aunque Isabela ha sido
humillada públicamente, ha sido vapuleada y un sinfín de hechos que se da en
esta historia. Pero el maltratador psicológico ignora un hecho muy importante,
y es que, las personas piensan. Y está más que claro y comprobado que la verdad
siempre de todo cuanto ha puesto en entredicho el maltratador sale a la luz.


No importa cuánto tiempo
pase, pero más tarde o temprano se el veredicto se sabrá y el maltratador pague
o se arrepienta con creces tal atrocidad, si no lo está pagando ya.


Articulo por Ana Giner


domingo, 23 de junio de 2013

Muere el escritor Javier Tomeo


Lastima que siendo un gran escritor, haya sido una persona sencilla Y otros que no tienen ni puñetera idea de que significa escribir, se crean Cervantes.

Ana Giner






El escritor Javier Tomeo ha muerto este sábado en el Hospital Clínic de Barcelona a consecuencia de una infección que, en las tres últimas semanas, había agravado su ya complicado estado de salud. El autor de la célebre 'Amado monstruo', de 81 años, padecía una diabetes severa que prácticamente le impedía caminar. Fue ésta la causa que le llevó al hospital hace tres semanas. Hace unos días, sus amigos, entre los que se contaron sus editores, Jorge Herralde y Enric Cucurella, su agente, y actores como Gabino Diego, pasaron por el el centro hospitalario a darle su último adiós.


Tomeo, que nació en Quicena (Huesca) en 1932, pero que pasó la mayor parte de su vida en barcelona, fue creador de inolvidables tipos solitarios, como el protagonista de la primera novela que publicó con su nombre, 'El cazador' (1971), que decidió encerrarse en su habitación para no tener que volver a encontrarse con su madre. Su estilo era sencillo, directo, y candorosamente humano, de un minimalismo feroz, como muestra su última novela publicada (y la última que escribió), editada este mismo año por Alpha Decay, 'Constructores de monstruos'.


Con ilustres lectores devotos, entre los que contaba el desaparecido Roberto Bolaño, Javier Tomeo escribió mucho a lo largo de su vida(su obra la conforman cerca de medio centenar de volúmenes), pero siempre a su manera, siempre indagando en la figura del secundario, el vendedor de sillones giratorios ('Preparativos de viaje') y del tipo que sigue hablando con su madre aunque ésta lleve años muerta ('El cantante de boleros'). Los premios no le eligieron, pues aunque ganó el Ciudad de Barbastro con su segunda novela, 'El unicornio'suerte de novela negra 'buñueliana', a éste apenas se le sumó el Premio Aragón a las Letras que consiguió en 1994.


Traducidas a 15 idiomas y adaptadas muchas de ellas al cine y al teatro (algunas se han representado en los mejores teatros europeos), sus historias, de un realismo mágico de carreteras secundarias, se mantuvieron hasta el final fieles a sí mismas y al universo narrativo del autor. Éste nunca cejó en su empeño de construir fábulas que aunasen lo cotidiano con el desvío fantástico, imprevisible, por momentos siniestro, por momentos ingenuo. Su condición de escritor único, sin claros descendientes literarios, deja con su desaparición a una parte de la literatura española huérfana.


Articulo por :


Laura Fernández | Barcelona


jueves, 13 de junio de 2013

Respeto a los animales



















"Cuando
tú respetes a los animales, yo dejaré de inmiscuirme en lo que haces. Mientras
tanto, me tendrás enfrente. No lo dudes. Sé que te resulto muy molesto y la
verdad, esa es una de mis pretensiones: entorpecer en lo posible tu repugnante
forma de entretenerte. Porque entre tu “diversión” y mi rechazo, no olvides que
hay un ser vivo al que no le has dicho como a mí: “Si no te gusta morir en la
plaza no te quedes en ella, vete”. Él no puede escoger, ¿verdad?, pues mientras
el toro no tenga la oportunidad de hacerlo, tú tampoco gozarás de la libertad
de matarlo sin que yo, y millones como yo, tratemos de evitarlo."









jueves, 6 de junio de 2013

Pedofilia



Las investigaciones lo demuestran






La pedofilia o atracción sexual hacia niños y
niñas podría ser el resultado de una falta de conexiones nerviosas
en el cerebro
, según un estudio publicado en el último número de la
revista Journal of Psychiatry Research. Su autor, el
investigador canadiense de la Universidad de Toronto James Cantor, ha llegado a
esta conclusión después de comparar el cerebro de más de medio centenar de
pedófilos con el de otros convictos acusados de crímenes no sexuales.



Los escáneres mostraban que los primeros tenían un
déficit significativo de las fibras nerviosas -sustancia blanca-
que conectan seis áreas del cerebro relacionadas con la excitación sexual. Según
Cantor, el hallazgo es la evidencia más fuerte de que esta inclinación sexual
es el resultado de un problema en el desarrollo del cerebro. No obstante,
asegura que esto no les exime de la responsabilidad criminal. "No ser
capaz de elegir tus preferencias sexuales no implica que no puedas decidir qué
hacer", aclara. 














jueves, 23 de mayo de 2013

Macho Alfa. Articulo Por Ana Giner








Es una honor saber que este articulo ha sido destacado en el Club Literario.



http://cerca-de-ti.com/profiles/blog/list?promoted=1&xg_source=msg_feat_blogpost








Macho Alfa





Hay veces que hacemos coloquios varias mujeres. De esa manera, se evaden
por un tiempo de los problemas que les acapara la mayor parte del día.


“¡Qué suerte tienes!”, le dice una mujer a otra cuando estamos charlando.


Hay unas cuantas mujeres que sabemos que viven en un infierno y a las que
ayudamos, al menos a que se den cuenta de que son personas y mujeres, no sacos
de boxeo, ni el basurero para que se les eche toda la basura encima. Algunas coinciden
en lo mismo: a él no le parece bien esto o lo otro; a él no le gusta que me
relacione con amigas, mucho menos con amigos; a él no le gusta que me
arregle, ni tampoco salimos a comer o cenar para que nadie me mire.


—¿Y cómo te sientes viviendo así? —le pregunto, mirándola a los ojos. Ojos
que están llenos de lágrimas.


—Mal, muy mal —responden algunas de ellas.


Otra dice que es impensable ir ninguna reunión, ni al cine con amigos y
amigas. Eso sería motivo de discusión y enfado para días y días, por decirlo de
forma suave.





Pues yo no entiendo ese comportamiento. Les digo. “¿Qué tiene que ver que
a él no le guste salir o ir contigo, para que tú puedas ir sola o con amigos y
amigas?”


Sí. Sí lo sé, pero quiero que sean ellas las que se den cuenta por ellas
mismas, sin influirles en nada.


Entablan un intercambio de opiniones entre ellas, y me doy cuenta de que
en la mayoría de los casos, son ellas las que han permitido esa situación sin
darse cuenta de ello. Y cuando han querido reaccionar y cambiarla, ya no las
han dejado, ya no pueden, puesto que sus parejas han tomado el mando, el
derecho a decidir y a prohibir.





Esos machos alfa se creen que viven en tiempos de las cavernas y que son
los que mandan en la manada. Si a esos machos les damos, tan sólo una vez, rienda
suelta para que sean ellos quienes decidan por los dos, lo confundirán con que
la mujer no es capaz de valerse por sí misma. Entienden que son ellos los que
tienen que llevar la voz cantante para una coexistencia normal y buen
funcionamiento del hogar. Así lo piensan ellos. No comprenden que está mal ese
trato con un igual. Pero también ese es uno de tantos problemas, que no ven a
su pareja como un igual. No importa de qué familia venga, aunque es más
probable que sea de familia desestructurada; y aunque es uno de los factores de
repetición, no es más importante.


Se dan dichos casos en hacer lo que han visto. Si su padre tenía el mismo
comportamiento con su madre, y esta no decía ni esta boca es mía, acatando tal cual,
el macho alfa mandará, pues ¿por qué no lo va hacer también su esposa? No
concibe que opine, ni se revele ante él. Espera que haga lo mismo que su madre.


Estos malos tratos, nada tienen que ver con si se tiene o no dinero. En la
clase alta como en la media o la baja, hay machos alfa que convierten en un
infierno la convivencia con la familia y en especial, la de la mujer.





Seguro que más tarde o más temprano, algunas de estas mujeres pedirán
ayuda. Lo más seguro es que lo hagan a una amiga, que a alguien de su familia; puesto
que la familia, algunas veces, sin saber la magnitud de la gravedad que está
viviendo, le aconseja que ponga de su parte, como en un intento de que se
solucione el problema, y lo más probable, aconsejándole que aguante un poco más
a ver si cambia su marido.


Es tal el infierno y la poca ayuda o nula que reciben las mujeres con
problemas de malos tratos físicos o psicológicos, que piden ayuda a quien sea
con tal de salir del infierno que, sin saberlo, poco a poco y muy sutilmente, la
somete un hombre que ella creía que la respetaría y cuidaría siempre; y que con
el tiempo, y sin ella darse cuenta, se ha convertido en juez y verdugo de su
vida.





A.G.




©



viernes, 17 de mayo de 2013

Piel







Piel





Busquemos entre los pliegues de nuestra piel


un resquicio de aquel amor que permitimos


a la monotonía que poco a poco lo fuera matando.


Descubramos entre los dos en que parte


de nuestro camino quedó olvidado.


Necesitamos sentirnos,


saber que estamos juntos  y


no importa el tiempo que ha pasado


sino lo que hagamos ahora unidos.


Dibujemos en nuestros cuerpos la palabra amor,


con la ternura de nuestras manos.


Pintemos en nuestros labios la sonrisa perdida


y volvamos a depositar entre los pliegues de nuestra piel,


aquel amor que un día que con tanta pasión nos profesamos.





Ana Giner.


©