Respetar y el saber estar. Es mi lema para vivir de frente la vida. Amo a los animales por encima de muchos humanos. Casi siempre me dejo guiar por el corazón, aunque me lleve muchos disgustos, pero no me importa, prefiero ofrecer amor incondicional, que pasar por la vida sin ofrecer nada. Soy amiga de mis amigos y los defiendo con la mejor arma que tengo, la sinceridad y verdad. Aun no siendo rencorosa y perdonar con facilidad, aparto sin temblarme el pulso, a las personas toxicas y que traicionan mi amistad. Si no te gusta mi manera de pensar, si no eres defensora/ or de los animales; no me interesas ni como humano, ni como amigo. Te agradecería que me borraras de tus amigos y salieras de esta página.

martes, 31 de julio de 2012

Historias de unos malos tratos.











Primera parte.





Me dijo
el doctor que escribiera lo que en realidad sentía en aquellos momentos. 


Hay veces que no se ni lo
que siento, ni tan siquiera si en realidad existo. 


He perdido las ganas de reír, las ganas de relacionarme porque de momento creo que todos serán como él. Y todo por culpa de aquella tarde gris y triste, donde nunca debió existir ni de ocurrir nada.


Aquel
hombre parecía amable, bueno, cariñoso. Conquisto mi corazón rápidamente. Jamás
pensé ni por un instante que aquel mismo hombre que parecía Dios, me iba a
quitar juventud, mucho menos las ganas de vivir, con chantajes emocionales.


Aquella
tarde era como otra cualquiera, no hacía ni frío ni calor, como si el tiempo se
hubiera detenido, y por tanto el clima con él.


Todo parecía
mágico o al menos así me lo hacía ver él. Nada era imposible estando a su lado.
Le amé, le amé aunque él jamás se lo creyó. Pero ¿Porque no se lo creyó nunca?
Porque era más fácil no creerse querido, así era más fácil hacerse la victima. Así
era más fácil hacerme sentir culpable de todos sus males, incluidos los que no
tenía ni la menos idea que le ocurrían en su vida.


Un buen
día me dijo, te amo. Y yo una mujer venida de vuelta de casi todo, me lo creí.
Tal vez no debí creerme tal barbaridad, contemplando ya como lo hacía cosas que
no eran ni lógicas ni normales para un hombre hecho y derecho como él, ni el
carisma que estaba tomando, pero le creí.


Poco a
poco me iba ganando con regalos, ayudas de todas índoles y con promesas que
jamás iba a cumplir. Y aun sabiendo como sabía de la vida, me lo creí. No
pasaba nada malo por creer a un hombre, tan solo que ese hombre no era tal,
sino el mismo demonio vestido de hombre.





Continuará.

martes, 17 de julio de 2012

He dejado de fumar














Todo el esfuerzo hecho y las esperanzas
puestas, en un segundo se pueden ir al garete.


Me apetece fumar como el respirar, para
que mentirnos. Pero ahí radica la ilusión puesta en hacer algo por uno/a mismo
y decir en voz alta, lo he conseguido.


Sé y soy consciente que me hace falta
ayuda, ya he ido a buscarla. Pero necesito más ayuda, se llama fuerza de voluntad.
Hasta ahora la he ido camelando y manteniendo, no sé,  por cuanto tiempo, lo único que sé, es que no
quiero volver a fumar nunca más.


Llevo ya no se cuantos años fumando, he
perdido la cuenta. Me duele siempre la garganta, acentúa los dolores que padezco,
me agota más de lo que ya siempre estoy y me siento marioneta de tabacalera.
Aun así, me apetece fumarme un cigarro. No soy consiente de todas las
sustancias nocivas para la salud que le ponen al tabaco, y aun así le hago el
juego a esta mafia, que un día no se cuantos años hace ya, comentó con
anuncios, eslogan, etc, que fumar era la ultima moda y sin quererlo ni beberlo,
me enganché a esa moda, una moda que poco a poco te atrapa y te hace
dependiente de tantas y tantas sustancias para seguir dependiendo. Así he
estado enganchada a una de las cuatro estructuras que sostienen América.
Tabacalera.


Ojala, mientras escribo estas líneas para
haceros participes de que llevo un día sin fumar. Mi mente sea consciente de
que lo que termino de escribir, lo he escrito yo, y darme cuenta de una vez que
aunque caiga mil veces, siempre es un buen día para decir basta al tabaco.


A.G.



sábado, 9 de junio de 2012

Ángel










Aunque he visto la película
como mera espectadora, no he podido evitar meterme dentro de ella como si fuera
una más del guión.


Los sueños son
maravillosos sin lugar a dudas, los anhelos, los deseos, todo cabe en la mente
del ser humano y más cuando una sabe la capacidad que se tiene. Pero de ahí a
dejar la felicidad en manos de otro ser humano, pues como qué siempre pasa factura.
O al menos eso pienso yo. Ángel es una muchacha que ama a su esposo, pero este
no solo no la corresponde sino que se aprovecha de ella. Ella sigue viviendo en
su mundo de fantasía creyendo en el amor para siempre y eso hace que enferme matándola
de dolor. Lastima de vida y de una posible buena escritora. El amor es un
estado de la conciencia y con eso no digo que yo no ame, amo y mucho, pero no
dejo de reconocer los pros y los contras no viviendo en una nueve de mentira ni
engaños. La vida tiene que ser de color porque para que te ennegrezcan los
colores, ya se encarga la propia vida de ello.  Podría decir muchas
más cosas de esta película, pero creo que es mejor que la veáis y juzguéis
vosotros mismos.


Ángel (Romola Garay) es
hija de una dueña de un almacén de abarrotes de un barrio, desde ahí mira con
envidia la mansión Paradise, la sueña y en sus escritos comienza a dar rienda a
sus fantasías... ella siente el talento que le brota por el cuerpo... sabe que
tiene pasta, a lo mejor no entiende por qué es ella, de hecho en su colegio
creen que le copia a otros escritores sus trabajos, pero ella con una sóla meta
en su frente, ha decidido enviar una novela a una editora de Londres... como
sabemos si algo resulta... y así es como la llama Theo (Sam Neill) para que
vaya a Londres a conversar sobre la posible publicación de su novela






Así Ángel Deverell se
hace famosa con su primera novela, no conociendo muchas cosas de la realidad,
como creer que una botella de champagne se abre con un sacacorchos. A ella eso
no le importa,  da lo mismo... su obra
comenzó a ser leída y querida por la gente, aunque no mucho por los
intelectuales, pero eso que importa...

a pesar
de que Hermione (Charlotte Rampling) conoce y detesta las limitaciones de
talento de la nueva escritora, pero en fin... ella ya es famosa y está
comenzando a cumplir sus sueños, ha comprado la mansión que siempre quiso,
ahora su madre vive con ella y con ayuda de su principal admiradora Nora (Lucy
Russell) Esta le ayuda a construir su imperio.







 






En una presentación de uno
de sus libros conoce a Esme (Michael Fassbender) hermano de Nora, hay una
envidia entre los hermanos y en cierto sentido un amor por el que se compite...el
de Ángel. Pero la máquina de hacer dinero que la inspiración le da a Ángel no
es una fuente eterna y el desgaste empieza a ser notorio. Todos notan que la
situación no da para más... pero Ángel no es consciente de dicho declive y
persiste en seguir con un estilo de vida que casi no le corresponde... por un
lado no le importa mucho que se sepa su origen pobre y por otro, no está
dispuesta a volver a ese mundo del que venía.... podemos llegar a niveles
irreales de vida cuando confundimos los sueños con las obsesiones... Ángel tuvo
su momento que supo aprovechar, pero este no es eterno y sigue viviendo entre
la irrealidad y la fantasía, el amor y el desamor del silencio y la mentira y todo
 se desmorona como un castillo de naipes.