Respetar y el saber estar. Es mi lema para vivir de frente la vida. Amo a los animales por encima de muchos humanos. Casi siempre me dejo guiar por el corazón, aunque me lleve muchos disgustos, pero no me importa, prefiero ofrecer amor incondicional, que pasar por la vida sin ofrecer nada. Soy amiga de mis amigos y los defiendo con la mejor arma que tengo, la sinceridad y verdad. Aun no siendo rencorosa y perdonar con facilidad, aparto sin temblarme el pulso, a las personas toxicas y que traicionan mi amistad. Si no te gusta mi manera de pensar, si no eres defensora/ or de los animales; no me interesas ni como humano, ni como amigo. Te agradecería que me borraras de tus amigos y salieras de esta página.

miércoles, 21 de julio de 2010

Benito Pérez Galdós














Benito Pérez Galdós me ha inpactado siempre. Dejando huella
en varias de sus obras pero más 


Fortunata y Jacinta, Tristana, Obras
que me impactaron en mí juventud.


El tema músical de la película, Fortunata y Jacinta es el
que suena de cabecera en mí bloc.





Con Benito Pérez Galdós he aprendido a amar la literatura,
las obras de teatro y cómo no, la manera de ver su punto de vista literario.
Excelente adaptaciones en películas o series para la TV.








Obras.






De su muy amplia producción literaria podemos citar las
siguientes obras:


·                                
En Doña Perfecta
se hace el estudio de una ciudad imaginaria, Orbajosa, anclada en una tradición
cerril de inmovilismo. Al llegar el ingenuo ingeniero progresista Pepe Rey para
casarse con la hija de la mujer que da título al libro, doña Perfecta, comienza
una serie de intrigas en que crecientemente se empieza a desacreditar al
ingeniero por parte del sector reaccionario y el clero de la ciudad. La obra
termina trágicamente.


·                                
En Marianela, Galdós construye una sólida
narración en torno al pobre personaje huérfano que le da título, deforme y
enamorada del joven burgués ciego conocido como Pablo al que sirve de lazarillo
y al que la ciencia le hace recobrar la vista, en el ambiente de un pueblo
minero. El final de la obra es trágico.


·                                
Fortunata y Jacinta, novela realista cuyo eje argumental es el enamoramiento de dos
mujeres de diferentes clases sociales de un mismo hombre: Juan Santa Cruz,
prototipo del hijo de familia acomodada. Jacinta, mujer de alta condición
social, estéril, acaba casándose con Santa Cruz y adoptando al hijo que su
marido ha tenido con Fortunata, de baja condición. Uno de los personajes
secundarios de esta novela, el usurero Torquemada, protagonizó otras cuatro
obras (Torquemada en la hoguera, Torquemada en la cruz, Torquemada
en el purgatorio
, Torquemada y San Pedro).


·                                
Cabría agrupar varias novelas unidas
por la problemática religiosa. Si en Doña Perfecta
Galdós se muestra anticlerical al modo de entonces y refleja un impactante
panorama de la hostilidad provinciana conservadora a un recién venido de ideas
modernas, en cambio, en Ángel Guerra y, sobre todo, en Nazarín, se advierte que no hay en él
irreligiosidad, sino al contrario, un profundo sentir cristiano, disconforme
con los compromisos temporales y sociales de los hombres de la Iglesia.


·                                
También hay que destacar Miau, que es la pequeña epopeya del
cesante, del funcionario de Hacienda que, dejado en la calle por un cambio
ministerial, se alimenta de la esperanza, mientras detrás de él su inconsciente
familia trata de mantener las apariencias de la «gente bien». Por otro lado, Misericordia
nos sumerge en los estratos más bajos del Madrid de entonces, en contraste con
la gente acomodada pero venida a menos. En ella encontramos una espléndida
pareja de figuras: el moro ciego Almudena y la criada Benina, que representa la
exaltación de la caridad. Otras novelas suyas son Tormento,
relato del conflicto entre la imaginación y la realidad, entre la libertad de
elegir el propio destino y las resistencias del ambiente a permitirlo y
finalmente La desheredada.


·           
Galdós ensayó también el teatro,
insistiendo a veces en temas ya tocados en sus novelas, como El abuelo.
En su momento algunas de sus composiciones teatrales fueron muy celebradas.





Producción literaria


Novelas
españolas contemporáneas


·                                
La sombra (1870)


·                                
La Fontana de Oro (1870)


·                                
El
audaz
(1871)


·                                
Doña Perfecta (1876)


·                                
Gloria (1877)


·                                
La familia de León Roch (1878)


·                                
Marianela
(1878)


·                                
La desheredada (1881)


·                                
El doctor Centeno (1883)


·                                
Tormento (1884)


·                                
La de Bringas (1884)


·                                
El amigo Manso (1882)


·                                
Lo prohibido (1884–85)


·                                
Fortunata y Jacinta (1886–87)


·                                
Celín, Trompiquillos
y Theros
(1887)


·                                
Miau (1888)


·                                
La incógnita (1889)


·                                
Torquemada en la
hoguera
(1889)


·                                
Realidad (1889)


·                                
Ángel Guerra (1890–91)


·                                
Tristana (1892)


·                                
La loca de la casa (1892)


·                                
Torquemada en la
cruz
(1893)


·                                
Torquemada en el
purgatorio
(1894)


·                                
Torquemada y San
Pedro
(1895)


·                                
Nazarín (1895)


·                                
Halma (1895)


·                                
Misericordia (1897)


·                                
El abuelo (1897)


·                                
Casandra (1905)


·                                
El caballero
encantado
(1909)


·                                
La razón de la
sinrazón
(1909)

sábado, 17 de julio de 2010

El adonis





Maquillaje, sombra de ojos, polvos compactos,
rimel, perfilador, carmín, secador, gomina, laca, cera, y un sin fin de cositas
para vernos más guapas.


La estética ha dado un cambio radical (gracias a
Dios) tanto en hombres como en mujeres. Hoy en día no es descabellado ver a un
hombre cuidarse, al contrario, más le vale que lo haga. Depilación láser,
retoques, cejas pecho, piernas etc., depiladas, cremas faciales y para el
cuerpo. Lo mismo que hemos hecho nosotras a través de los años, ellos se han
dado cuenta que pueden y deben cuidarse. El hombre envejece más rápido que la
mujer, no lo digo yo, sino que hay un sinfín de estudios que avalan este hecho,
con lo cual ha venido muy bien que la mente masculina cambie en este aspecto y
en cuanto al concepto de que arreglarse no es sinónimo de otra cosa que de
querer sentirse mejor consigo mismo y después con los demás.


Pero todavía hay que cambiar hábitos. El deporte,
uff, agotador ¿verdad? queda para los más jóvenes y ello hace que a partir de
una cierta edad la tripita aparezca nada. Tal vez se cuiden, pero la gravedad
hace de las suyas, olvidándose lo guapos y planos que estábamos a los vente o
treinta años. 


Un amigo mío me decía el otro día comiendo, que no
merecía la pena cuidarse, que tal y como estaba tenían que quererle. Cierto.
Tiene que querernos tal y como estamos pero no con el flotador y la barriguita
caída, le dije, ya que con un poco de ejercicio parece que engañemos a la
gravedad y nos encontramos mucho mejor y así podamos ofrecer un mejor aspecto a
los demás. A las mujeres nos gusta que el hombre se cuide, y cómo no miramos
también a los demás hombres tal y cómo hacen ellos, las comparaciones son
odiosas, pero todos las hacemos y  es
mucho más agradable ver a un hombre que se cuida con su vientre plano que
siempre aparentará  menos edad que con el
flotador y barriguita caída a cuesta. Así ambos, al miremos al espejo nos damos
el gustazo de decirnos, ¡Que bien me veo!


¿Qué opináis vosotras?





A.G.







lunes, 12 de julio de 2010

Herida







Herida
grave que me dejas


al
marcharte de mi lado,


muerte
anunciada y no


comprendida
de este gran amor.





No
tengas remordimientos,


así es
el juego del amor, caprichoso


y
egoísta, algunas veces pendenciero


y casi siempre
traidor.





Aunque
tardará en curarse esta herida


no voy
a permitir que nadie me cambie


por esta
vil y engañosa traición.





Lloraré
en los brazos de la vida,


y como
siempre ocurre en estos casos


volveré
a creer en el amor.





Poema inédito de Ana Giner.



viernes, 9 de julio de 2010

Jamás








Yo que nunca pensé en conocerte.


Yo que a mis años ya no 


pensaba en el placer. 





Yo que por no pensar no pensaba ni deseaba. 





Yo que cansado de pensar y desear, 


dejé de hacerlo.





Ahora no importa que estés o no estés


junto a mí.





Tan sólo con pensar en ti, siento por 


cada poro de mi piel,


lo que jamás nunca pensé ni deseé.





Dedicado a ella.


  Gracias amigo por tan bellas palabras.







viernes, 2 de julio de 2010

Podría decirte……


























Podría
decirte que necesito tus caricias,


podría
decirte que extraño tu cuerpo,


que
necesito tus besos ardientes,


tu
lengua húmeda explorándome sutilmente,


susurrándome
entre dulces gemidos que me deseas.





Podría........


tal
vez podría.





Podría
decirte que mi vida quedó vacía sin ti,


podría
decirte que ya no me importas,


que
me dejaste sola y en tu ausencia te sustituí.





Podría
decirte que son ya de otro las caricias,


que
otro cuerpo me posee y me domina.


que
otras manos me acarician con ternura,


temblorosas
por miedo a que me rompa.





Y
sin voluntad, me
abandono


y él me vuelve a tomar,


y
que aunque sus besos no son como los tuyos,


consigo
olvidar.





Y
solo te estaría diciendo la verdad.





Pero
podría decirte tantas cosas...... podría....


tal
vez podría.





Que
acabaría diciendo que te amo,


y
eso amigo mío, nunca, nunca,


ya
lo repetiría.